El Triángulo de las Bermudas, el Triángulo del Diablo o el Limbo de los Perdidos, es un espacio marítimo de forma triangular que comprende la península de Florida, la isla de Puerto Rico y el archipiélago de las Bermudas; escenario de múltiples desapariciones y extraños sucesos que hasta hoy no tienen explicación.
Es una zona donde, según los navegadores, las brújulas se descontrolan, los instrumentos de mando dejan de funcionar y ocurren sucesos externos fuera de lo común. Éste misterio no es reciente, ya que Cristóbal Colón reportaba en sus viajes extrañas luces en el horizonte.
Las embarcaciones perdidas en el Triángulo de las Bermudas superan el centenar, quizá más si se toma en cuenta aquellas naves pequeñas de quien nadie toma importancia. Con el desarrollo de la aviación, estos aparatos también se hicieron víctimas de la zona. El caso más famoso, el vuelo 19, cinco aviones de instrucción y el hidroavión que fue a buscarlos desaparecieron sin explicación. El común de estos casos es que no se reportan inconvenientes mecánicas ni anormalidades en el clima, pero minutos (o segundos) después todo desaparece sin motivo no dejando rastro alguno.
El último incidente de importancia se dio en 1997, cuando un yate de bandera alemana desapareció con todos sus pasajeros.
¿Qué es lo que pasa en el Triángulo de las Bermudas? Existen muchas teorías pero obviamente ninguna es aceptada como totalmente certera; desde un agujero espacial/temporal hasta una presencia extraterrestre, pasando por la influencia de la Atlántida, continente de superrazas que desapareció hace miles de años.
La explicación del porqué no se encuentran restos de los aparatos desaparecidos pueden referirse a la profundidad de las aguas: la única forma de demostrar esta teoría es una exploración de grandes dimensiones al fondo marino, tecnología aún no disponible. Además, se especula sobre la existencia de un campo magnético proveniente de la Tierra que podría responder a la pregunta del por qué se malogran los instrumentos.
Sea como fuere, mientras no exista algo que confirme científicamente qué es lo que ocurre en esa zona, el Triángulo de las Bermudas será uno de los enigmas más controvertidos de nuestro tiempo.
Aurora es un pequeño poblado ubicado en el estado de Texas, Estados Unidos, que alguna vez fue centro de uno de los avistamientos de ovnis más controvertidos del siglo XIX.
La historia cuenta que en las primeras horas de la mañana del 19 de abril de 1897 un ovni de forma alargada descendió a baja velocidad mostrando señales de avería. El aparato terminó chocando contra el molino de viento del juez J.S. Proctor, destrozando también el tanque de agua y su jardín. La nave terminó destruida llenando la zona de desechos de materiales exóticos.
Casi todos los habitantes del pueblo corrieron hasta la zona de impacto y encontraron a un ser desfigurado, aunque no podía ser identifiado como humano. Tras retirar el cuerpo decidieron darle cristiana sepultura en el cementerio de la ciudad, enterrándolo al lado de un árbol.
A pesar de la magnitud de tal acontecimiento, apenas recibió atención de la prensa. El único medio que dio cuenta del hecho fue el Dallas Times Herald que le dedicó unas líneas como una noticia de segunda plana. El diario menciona que el piloto de la nave "no se trataba de un habitante de este mundo".
La historia quedó en el olvido hasta casi 75 años después, cuando se volvió a tomar el asunto como una forma de demostrar presencia extraterrestre en la Tierra luego de las constantes trabas del gobierno norteamericano para poder investigar más a fondo ciertos fenómenos inexplicables, en especial en el caso Roswell.
Lo fabuloso del caso Aurora fue que en su momento no hubo intervención militar que impidiera investigar el hecho, lo lamentable fue que nadie se preocupó realmente en averiguar qué ocurrió en su debido momento.
Sin embargo hay hipótesis que indican que el accidente del ovni no es más que una falsa historia que buscaba promocionar la ciudad. Era la época dorada del ferrocarril en los Estados Unidos, y la ciudad de Aurora esperaba que la vía férrea llegara para poder comercializar con el resto del país.
Toda la esperanza estaba puesta en el ferrocarril, sin embargo el gobierno detuvo la construcción a mitad de camino, dejando a la ciudad prácticamente al abandono. Los pocos pobladores que quedaron (muchos ya habían migrando a otras partes) pensaron que la única oportunidad de llamar la atención del gobierno hacia Aurora era creando un hecho como éste.
Si éste hubiera sido un truco publicitario pues no tuvo éxito: apenas recibió unas líneas en el diario antes mencionado y el tema quedó en el olvido, así como el pueblo de Aurora.
En la actualidad las investigaciones en el mismo lugar del accidente están restringidas al haber presencia militar. Está prohibido cualquier tipo de excavación en el cementerio y la zona donde ocurrió el accidente está cercada. Hoy el pueblo de Aurora apenas cuenta con una fracción de la población de 1897.
Lamentablemente hay muy poca documentación sobre este hecho, aumentando así el misterio por el caso del Ovni estrellado en el pueblo de Aurora.
Se dice que cuando Jesús fue crucificado, su cuerpo se envió a una cueva donde fue cubierto con una manta. Al tercer día, cuando unas mujeres fueron a visitar la cueva, no encontraron nada, salvo el sudario marcado con su cuerpo.
No se supo nada del lienzo hasta el año 525 o 544, cuando la tela se encontró en medio de las piedras durante las obras de reparación de la muralla de Edesa. El sudario se puso en ese lugar por órdenes del rey Abgar V, cuando le atribuyó a éste el milagro de su curación de la lepra negra. A partir de entonces surgió una controversia sobre si la imagen que esta tela es la de Jesucristo, discusión que sigue en nuestros días.
En el año 944 el sudario fue trasladado desde Edesa a Constantinopla, porque se quería como protección ante el avance musulmán exponiéndolo todos los viernes. Durante las cruzadas el lienzo desapareció (comienzos del siglo XIII) desconociéndose su paradero; aunque se sabe de documentos que confirman que fue llevado a Turín. No fue sino hasta el año 1357 cuando el sudario fue expuesto en la iglesia de Lirey, a unos 150 kilómetros de París. Godofredo de Charny, el caballero que rescató la sábana, nunca explicó cómo la obtuvo luego de estar desaparecida 150 años. Investigaciones indican que los templarios la robaron de Constantinopla y la conservaron hasta 1291 en la fortaleza de San Juan de Acre para luego ser llevada a la templaria de Villenueve-du-Temple, en París. Luego la reliquia fue trasladada a la iglesia de Chambéry.
En la noche del 3 de diciembre de 1512 se produjo un incendio en la iglesia afectando el sudario; perdiéndose los hombros y uno de los codos, siendo enmendado por las monjas clarisas. La figura se distorsionó debido al uso de agua para aplacar el fuego.
El delicado estado de salud de San Carlos Bonomeo hizo que el sudario fuera transportado hasta Turín en 1578 para que pueda venerarla sin tener que ir hasta Francia. Además, había una promesa de llevarla a la ciudad italiana si es que la peste que atacaba Milán desaparecía. El lienzo no dejaría Turín hasta el día de hoy, adquiriendo el nombre de "Santo Sudario de Turín". En 1694 se construyó una capilla exclusivamente para el cuidado del sudario. Desde entonces estuvo bajo siete llaves, nadie podía verla por ningún motivo.
En 1888, la Iglesia dio permiso a un profesional para que le tomara una foto para ser analizada, ante las sospechas de la autenticidad de la imagen. Durante el siglo XX, la controversia sobre si el cuerpo impreso en el sudario era verdaderamente de Jesucristo se hacían más fuertes. Sólo en 1988 el sudario fue abierto nuevamente a las investigaciones y sometido a pruebas de Carbono 14, la cual determinaron que el sudario es del siglo XIV, justo en la época del incendio. Los creyentes de la autenticidad del sudario indican que por efectos del incendio las pruebas de Carbono 14 podrían distorsionarse. Cinco años antes, el Santo Sudario se convirtió en propiedad del Vaticano.
En 1989 otras investigaciones indicaron que las pruebas de Carbono 14 estaban mal interpretadas debido al incendio ocurrido en 1512, siendo imposible utilizar este método para saber la antigüedad del sudario. Más bien se confirmó que se trata de los restos de un ser humano al encontrarse microbios en la tela. En 1997 un nuevo incendio puso en peligro el lienzo, pero no sufrió daños.
Probada la autenticidad de la imagen proyectada en la sábana, sólo queda resolver el misterio de si aquella pertenece a Jesucristo. Tal vez esto nunca se esclarezca, pero lo cierto es que el Santo Sudario de Turín es uno de los tesoros más valiosos del mundo cristiano.
30 de junio de 1908. Una gran bola de fuego surcó en el amanecer los cielos de Siberia, causando momentos después una terrible explosión sobre el valle rocoso del río Tunguska, estimada en una potencia igual al de una bomba nuclear de 15 megatones.
El epicentro se produjo a 62 grados de Latitud Norte y 101 grados de Longitud Este, en el área del río Tunguska a 90 kilómetros al norte de la localidad de Vanavara (hoy Rusia). Es en sí un área deshabitada, de frondosa vegetación. En fracciones de segundo, la zona de 2000 kilómetros cuadrados quedó hecha añicos. La onda expansiva se sintió hasta en un radio de 1000 kilómetros (hasta el tren Transiberiano tuvo que parar su marcha). Carbonizó los árboles y los animales perecieron de inmediato produciendo una gran columna de gases y humo que llegaron hasta los 20000 metros de altura. Misteriosamente no se encontró hoyo alguno en el valle.
Horas más tarde una extraña luminiscencia se levantó en los cielos, siendo vista por todo el hemisferio norte del planeta durante varias noches. De forma increíble, y ante la grandiosidad del suceso, en Rusia no le tomaron mayor importancia.
No fue sino hasta años después cuando se realizaron las investigaciones del caso, pero el desinterés duró varias décadas. Mientras más se investigaba, más dudas quedaban sobre el origen de la explosión: desde un cometa, pasando por pruebas de bombas atómicas y hasta naves espaciales, lo único cierto es que hasta hoy no hay una explicación totalmente certera sobre qué pasó aquella mañana de 1908, hace casi cien años.
En los inicios de la Primera Guerra Mundial, las tropas británicas en apoyo de Francia defendieron la frontera belga de la ofensiva alemana; pero la fuerza del ataque hizo a los aliados retroceder en dirección a París a través del Mons, en un movimiento desesperado antes que fueran aniquilados por los germanos.
La retirada del Mons fue dura y sangrienta. Entre los combatientes estaba el regimiento de Coldstream, cuyos hombres serían partícipes de uno de los episodios más misteriosos de la historia militar en el mes de agosto de 1914. Con la mochila en las espaldas y arma en mano, los soldados tuvieron que retroceder rápidamente a sabiendas que eran los últimos en partir teniendo a los alemanes tras ellos. De repente y obligados por las circunstancias entraron en un tupido bosque justo cuando la neblina cayó ante ellos. Habían sido víctimas de una trampa que podría ser mortal.
Cuando se hizo de noche habían perdido contacto con el resto de su ejército. El comandante ordenó detener la marcha y esperar hasta el día siguiente; aunque se enviaron a dos patrullas a buscar una salida, pero sin éxito. El regimiento de Coldstream necesitaba de un milagro para que los alemanes no los encontraran, sino serían presa fácil de sus armas.
Es aquí cuando surge la leyenda. Los soldados McAllister y Brown conversaban quejándose de la mala suerte que tenían y de lo que les esperaban. De pronto, detrás de los hombros de Brown, McAllister vio un gran resplandor en el cielo. Ambos observan la luz, que empezaba a tomar forma humana. Una figura alta y delgada de largos cabellos, con una cinta dorada en la frente y una túnica blanca le cubría el cuerpo. Calzaba sandalias, y lo más notorio, llevaba dos alas. Era un ángel.
McAllister mandó a Brown llamar al comandante; éste camina sin poder sacar la vista del resplandor. Luego el ángel levantó su brazo y apuntó al regimiento haciéndole señas para que lo sigan. Al llegar Brown le contó sobre la aparición al comandante, y aunque éste no le creyó decidió acompañarlo junto con otros oficiales hacia donde estaba McAllister. El comandante miró la imagen totalmente absorto, mientras ésta le hacía la misma seña para que sus tropas lo acompañen.
El oficial le ordenó al ángel que se identifique, pensando que podía ser una trampa. Éste no respondió, siguiendo con la seña de seguirlo. Sin nada que perder, el comandante ordenó al regimiento levantarse y seguir la luz. Era el mismo camino que la patrulla había recorrido sin encontrar nada. Sin embargo decidieron seguir la marcha con el aliento del mismo ángel... hasta que encontraron la salida. Antes que los soldados terminaran ver el horizonte o de creer lo que había ocurrido, el ángel desapareció.
El regimiento de Coldstream pudo reunirse con su ejército para la defensa del Marne, en septiembre de ese mismo año. Nunca se pudo hallar aquel camino de nuevo ni se pudo explicar de forma lógica aquel suceso. Si fue producto de la histeria colectiva o una aparición divina, lo cierto es que aquellos soldados que estaban condenados a morir, vivieron para contar esta historia.
Es conocida la tragedia del Titanic, impresionante barco de pasajeros que se hundió en su viaje inaugural luego de chocar con un iceberg, el 14 de abril de 1912. Pero 14 años antes, el novelista Morgan Robertson tuvo una terrible pesadilla que consistía en un inmenso barco, considerado indestructible, que se hundió en su viaje inaugural causando una gran tragedia. Robertson consideró este sueño tan real, que decidió plasmarla en una obra intitulada "Futilidad". El libro se publicó ese mismo año (1898), y las coincidencias con el naufragio del Titanic son increíbles:
El nombre del barco de la obra se llamaba Titán.
El apellido del capitán de la nave en la novela y la realidad era el mismo: Smith.
En el libro y en la realidad, el barco era considerado insumergible.
En el libro y en la realidad, el barco era el más lujoso de su tiempo.
En el libro, la eslora del Titán era de 243 metros. El Titanic tenía una eslora de 268 metros.
En el libro, el Titán pesaba 75000 toneladas. El Titanic pesaba 66000.
El Titán y el Titanic tenían tres enormes hélices de propulsión.
En el libro, el Titán llevaba 24 botes salvavidas. El Titanic tenía 20.
En el libro, el Titán iba una velocidad de 25 nudos cuando chocó con el iceberg. El Titanic iba a una velocidad de 23 nudos.
El barco de la novela se hundía un día de abril en su viaje inaugural, horas después de chocar con un iceberg en el cuarto día de viaje.
En el libro y en la realidad, mucha gente murió debido a la insuficiente cantidad de botes salvavidas.
El 30 de junio de 1998, Argentina e Inglaterra protagonizaban uno de los partidos más reñidos de la Copa Mundial de Fútbol que se disputaba en Francia.
Casi 2000 kilómetros al este, específicamente en la ciudad de Szdlowiec en Polonia, el fiscal Narek Kopaczen veía en el sillón de su casa el juego, tal como otros cientos de millones de personas en el mundo entero.
Inglaterra estaba ganando hasta el minuto 90 de juego, cuando el árbitro dispuso un tiro libre para Argentina. De forma dramática, el centrocampista Javier Zanetti marcó un espectacular gol que prolongó el partido a tiempo extra.
El fiscal Kopaczen no quería perderse la prórroga y decidió quedarse un rato más en su casa antes de sacar a pasear a su perro, y llevar su auto a la estación de policía para resguardarlo de los enemigos que tenía, en una rutina que practicaba todos los días a las 10 de la noche.
En Francia, argentinos e ingleses reiniciaron el partido en tiempo suplementario...
Instantes después, auto del fiscal explotó en la calle.
Kopaczen salió de su casa a averiguar qué había pasado. Cuando vio su coche en llamas no podía creerlo: por quedarse a ver el fútbol salvó la vida.
El fiscal perseguía a una banda que se dedicaba al chantaje y la extorsión, siendo sujeto de constantes amenazas. Días antes del atentado el techo de su vehículo fue destrozado, obligándolo a recurrir a la policía para cuidarlo. Era evidente que los plagiarios le habían hecho un seguimiento de sus costumbres, como la de salir de casa todos los días a las 10 de la noche. La bomba activada por reloj, estalló justo a esa hora.
Seis años después, cuando el caso pasó a ser parte del pasado, Kopaczen le envió a Zanetti una carta de agradecimiento por el gol que había convertido. El futbolista, que no sabía nada del asunto, manifestó su deseo de conocer a la persona que inconscientemente salvó.
Pierre de Fermat fue un famoso jurista y matemático de la Francia del siglo XVII. Su aporte fue importante para poner los cimientos de lo que hoy se conoce como el cálculo moderno.
Este personaje ha realizado una gran variedad de Teoremas (proposiciones demostrables de otros teoremas ya demostrados). Esto quiere decir que Fermat ha realizado proposiciones que en la práctica son ciertas, pero que no necesariamente fueron científicamente demostrables en su momento.
Normalmente todos los teoremas terminan siendo demostrados, sin embargo existió uno que durante siglos no tuvo solución: el llamado Enigma, o el Último Teorema de Fermat, publicado en 1670.
La proposición es muy simple, y Fermat aprovechó dicha simpleza para colocar en una nota al pie de página de uno de sus libros una de las frases más famosas de la historia de la ciencia:
"Es imposible encontrar la forma de convertir un cubo en la suma de dos cubos, una potencia cuarta en la suma de dos potencias cuartas, o en general cualquier potencia más alta que el cuadrado en la suma de dos potencias de la misma clase; para este hecho he encontrado una demostración excelente. El espacio del papel es demasiado pequeño para que la demostración quepa en él."
El matemático justificó al poco espacio existente en el pie de página para no publicar la demostración de su teorema, por lo que nunca se supo realmente si lo hizo. Lo que si se conoce fue que dicho teorema fue la tortura de los matemáticos durante los siguientes 325 años: nadie podía demostrarlo.
No fue sino hasta 1995 cuando el matemático inglés Andrew Wiles presentó al mundo la demostración al Enigma, comprobando la veracidad de lo que propuso Fermat tres siglos atrás. Lo curioso fue que Wiles utilizó técnicas matemáticas que fueron desarrolladas muchos años después de la muerte del matemático francés, y aún así en su primera versión (un artículo de casi 100 páginas) contenía un error crítico.
Vale la pena recordar que Fermat dejó entrever que la demostración de su Teorema no tomaba más que unas cuantas líneas.
No fue sino hasta meses después en que el fallo fuera corregido y posteriormente aceptado por la comunidad científica para que por fin se diera punto final a la intrincada historia del Teorema de Fermat. A pesar de ello, nunca sabremos si el creador pudo demostrarlo o fue una simple conjetura que al final fue cierta.
Cuando Albert Einstein murió el 16 de abril de 1955, el doctor Thomas Harvey fue encargado a ocuparse del cadáver que iba a ser incinerado.
Sacó algunos órganos del científico para su estudio y descifrar las causas de la muerte, entre ellos, su cerebro. Cegado por la curiosidad, se guardó este órgano para sí y lo conservó en líquidos especiales, entregándoles el resto del cuerpo a la familia sin que decirles nada de lo que había hecho.
Harvey tenía la intención de robar el cerebro de Einstein para estudiarlo. Cuando se conoció el escándalo, la suerte de Harvey pendió de un hilo hasta que la familia del genio le permitió seguir con sus investigaciones.
Pasó un tiempo hasta que la comunidad científica le pidió a Harvey resultados de sus estudios, pero no tenía respuestas a sus preguntas simplemente porque éstos nunca se habían realizado. Sabiendo que nuevamente corría peligro, desapareció.
No se supo nada de él hasta que viajó en busca de la nieta de Einstein para devolverle el cerebro robado y así volver a su vida normal. Actualmente este órgano está bien cuidado en la Universidad de Princeton.
Dos de los gobernantes más importantes de la historia norteamericana tuvieron similitudes que rayan en el surrealismo. Ésta es una recopilación de las posibles coincidencias que fueron investigadas en el transcurso de los años. Aunque cabe destacar que algunos de estos datos no son del todo exactos.
Abraham Lincoln fue elegido en el Congreso en 1846.
John F. Kennedy fue elegido en el Congreso en 1946.
Abraham Lincoln fue elegido presidente en 1860.
John Kennedy fue elegido presidente en 1960.
Ambos eran fuertes impulsadores de los derechos humanos.
La secretaria de Lincoln se apellidaba Kennedy.
La secretaria de Kennedy se apellidaba Lincoln.
Sus respectivas esposas perdieron hijos en sus períodos presidenciales.
Una semana antes de ser asesinado, Lincoln estuvo en Monroe, Maryland.
Una semana antes de ser asesinado, Kennedy estuvo con Marilyn Monroe.
Ambos presidentes fueron asesinados un día viernes.
Ambos presidentes fueron asesinados con tiros en la cabeza.
Ambos presidentes fueron asesinados por sureños.
John Wilkes Booth (asesino de Lincoln) nació en 1839.
Lee Harvey Oswald (asesino de Kennedy) nació en 1939.
Ambos asesinos eran conocidos por sus tres nombres.
Ambos nombres están compuestos por quince letras.
Lincoln fue muerto en un teatro llamado "Kennedy".
Kennedy fue muerto en un auto llamado "Lincoln".
John Wilkes Booth corrió desde el teatro y fue capturado en un almacén.
Lee Harvey Oswald corrió desde un almacén y fue capturado en un teatro.
John Wilkes Booth y Lee Harvey Oswald fueron asesinados antes de ser enjuiciados e indicar quiénes eran los autores intelectuales de los atentados.
Ambos presidentes fueron sucedidos por presidentes sureños.
Los nombres de los dos sucesores tenían como apellido Johnson:
Andrew Johnson (sucesor de Lincoln) nació en 1808.
Lyndon Johnson (sucesor de Kennedy) nació en 1908.
Atencion:
La dirección http://todotegusta.com va
estar inhabilitada por 2 o 3 dias .
Para poder ENTRAR al blog desde:
http://todotegusta.blogspot.com
Gracias
[miércoles, febrero 04, 2009
|
0
comentarios
]
El Triángulo de las Bermudas
Los Ovnis de Aurora
El sudario de Turín
La explosión de Tunguska
El ángel del Mons
Las coincidencias entre el Titanic y el libro "Futilidad"
Historias Curiosas
El gol que salvó una vida
El inédito Teorema de Fermat
El robo del cerebro de Albert Einstein
Abraham Lincoln - John F. Kennedy: coincidencias inéditas
![]()
No anda algun Link? Dejanos un comentario...
>>> | Etiquetas: Curiosidades>>> | Posteado | Admin
>>> | Buscas Algo?Entradas Relacionadas

0 comentarios
Te Gusto La Entrada??... Coment@!!
Bienvenid@s a TodoTeGusta !!.
Para dar formato a un fragmento del texto enciérralo entre:
< b > TEXTO < / b > Negrita
< i > TEXTO < / i > Cursiva
Gracias por Comentar!!! =)